Ayer la selección chilena de fútbol selló su clasificación al Mundial de 2014 tras vencer a Ecuador por 2-1 y, por primera vez en la historia, accede por méritos deportivos a dos Mundiales consecutivos (cuando disputó los Mundiales de 1962 y 1966, el primero de ellos lo jugó en condición de anfitrión).
Lograr la clasificación a dos Mundiales consecutivos es algo que pudo haber logrado también en 1994 y 1998, cuando dos de sus miembros, Iván Zamorano y Marcelo Salas, eran grandes referentes del fútbol mundial. Pero en 1989, cuando Salas ni siquiera había cumplido los 14 años, un escándalo iba a descalificar a Chile del Mundial de 1994.
El 3 de septiembre de 1989, Brasil y Chile jugaban un partido por las eliminatorias al Mundial de 1990. El formato de clasificación al Mundial, desde la zona de Conmebol, era distinto al utilizado actualmente, donde todas las selecciones se enfrentan entre sí a doble partido. En aquél entonces las selecciones se dividían en tres grupos de tres selecciones. Las dos mejores primeras de grupo irían directamente al Mundial, y la tercera disputaría una repesca. Además, Argentina ya estaba clasificada como campeona del Mundial '86 (a diferencia del método actual, el campeón accedía directamente al Mundial donde defendía el título). Brasil y Chile colideraban el grupo 3, con dos victorias y un empate cada una.
Brasil vencía 1-0 a 20 minutos del final, cuando una bengala lanzada por una aficionada brasileña impactó en el área del "Cóndor" Rojas. El portero chileno cayó al suelo y con la cara ensangrentada abandonó el terreno de juego en camilla, dejando un partido que jamás se reanudaría.
Los brasileños se vieron fuera del Mundial, hasta que las imágenes que ofrecía la televisión empezaban a levantar sospechas sobre el guardameta de "La Roja". Las sospechas se confirmarían posteriormente. Una confesión del propio Roberto Rojas iba a evidenciar que este se había autolesionado con un bisturí. No era una maniobra sólo del guardameta, sino que Chile había ideado un plan para suspender el partido y que le concedieran los puntos. El plan terminó saliendo rematadamente mal en uno de los episodios más lamentables que ha conocido el fútbol de selecciones.
Salvo remontada, Chile se hubiera quedado fuera del Mundial de 1990 en cualquier caso, pero la siguiente generación de futbolistas se vio perjudicada y no pudo luchar por acceder al Mundial de Estados Unidos. 25 años después del lamentable suceso, Chile podrá disputar su segundo Mundial al hilo por méritos deportivos. Podrá buscar, por primera vez en su historia, el acceso a octavos de final en dos ediciones consecutivas, tras lograrlo en Sudáfrica de la mano de Marcelo Bielsa.
En GANAR POR UNO tuvimos la suerte de hablar con José Javier Ortega Rozalén, ocho veces campeón de España de lanzamiento de peso. El atleta compartió con nosotros una de las historias más increíbles que hemos podido conocer y que se presenta como argumento de peso -nunca mejor dicho- a la teoría de que el límite del deportista es su propia mente. Invitamos al lanzador del FC Barcelona a contar desde nuestro blog una historia que es difícil de encontrar en Internet y él accedió a compartirla con todos nuestros lectores. Es la increíble historia de Matthias Steiner.
Por José Javier Ortega Rozalén
Ortega compitiendo con el FC Barcelona
A lo largo de la historia del deporte, ha habido hazañas, proezas,
gestas, trampas... que son recordadas por el gran público y que han ido
pasando de generación en generación, acabando por ser conocidas por
muchos o casi todos nosotros. Pero existe una historia que me llama
mucho la atención, por encima de las demás, de la cual se ha escrito más
bien poco y ha muerto en algún que otro artículo de periódico o
comentario de Youtube. Y es la la siguiente:
Matthias Steiner
es un chico fornido nacido en Austria, donde hasta 2005, se forjó entre
hierros para llegar a la élite del deporte de la halterofilia. Todo
viene de familia, ya que su padre, años atrás, también fue un destacado
levantador. En 2004, se emparejó con una muchacha alemana. Ésta cautivó
al buenazo de Matthias, se casaron, y al año siguiente, éste emigró al
país teutón. Ya en Alemania, se le concedió la nacionalidad a principios
de 2008. El destino, cruel en este caso, hizo que en julio del año
anterior, Matthias sufriera el revés más amargo que le depararía la vida
hasta el momento: su chica sufrió un trágico accidente y fallecía días
después. A lo largo de esos durísimos días, Steiner le hizo una promesa a
su amada: conseguiría para ella el Oro Olímpico. Allá donde esté,
Susann puede estar orgullosísima de su marido, ya que Matthias cumplió
su promesa con creces. ¡Vaya si la cumplió!.
A mi, más que la
parte bonita y emotiva de esta historia, lo que me sorprende es el
desenlace de la prueba, cómo Matthias se alzó con el oro. Yo, como
lanzador de peso, soy amante de todos los deportes de fuerza, aquellos
donde el atleta trata de aunar técnica y fuerza hasta límites
insospechados intentando alcanzar la mejor prestación posible.
Antes de contar el desarrollo de la prueba explicaré los modos de competición de la halterofilia. Se compone de
dos modalidades. Una es la "arrancada" (snatch en inglés), donde el
objetivo es levantar la barra con el máximo peso posible desde el suelo
hasta arriba con un solo movimiento. Por otro lado, tenemos el "dos
tiempos", donde el objetivo es el mismo, pero esta vez en dos
movimientos (cargada y envión, clean and yerk en el idioma anglosajón).
Los kilogramos levantados en uno y otro movimiento, se suman, dando así el
"Total Olímpico". En campeonatos Mundiales y Europeos, se designan
vencedores y medallistas en las dos modalidades y el Total Olímpico. En
los JJOO, tan sólo se da medalla al Total Olímpico: quien levante más
kilos sumando las dos modalidades, es el que gana. Tan “fácil” como eso.
En caso de empate, gana el levantador de menor peso corporal en el
momento del pesaje.
Ahora viene la parte épica y espectacular:
Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Con la ausencia del iraní Hussein Razazadeh,
auténtico y absoluto dominador desde principios de siglo, y todavía
récordman mundial, se daba paso a una lucha abierta, como mínimo, a tres
bandas: El ruso Evgeny Chigishev, el alemán Matthias Steiner, y el
letón Viktors Scherbatihs. Estos eran, a priori, los tres candidatos al
reparto de las tres preseas. La competición comienza con la arrancada.
Se lleva la palma el ruso Evgeny Chigishev, levantando 210 kg (a un kg
de su marca), por delante de Viktors Scerbatihs, con 206 kg, marca
personal, y de Matthias Steiner, nuestro gran protagonista germano, que
levantó 203 kg, también marca suya. En este momento, las cosas se
decantaban en favor de Evgeny Chigishev. Tratándose de él, sólo un mal
fario podría apartarle del oro, ya que ninguno de sus rivales parecía
tener la osadía de plantar cara al gran campeón ruso. Si querían
vencerle, tendrían que sacarle en el dos tiempos, como mínimo, ¡¡8
kilos!!, ya que aventajándole en 7 kg habría un empate y la balanza se
decantaría del lado del ruso Chigishev, ya que era el más “ligero” en
esa competición.
Dicho esto, da comienzo la modalidad del dos
tiempos. Chigishev levanta 240 kg en su primer intento. El letón
consigue levantar 242 kg y falla 244 kg a falta de su última tentativa.
Steiner, en un intento por alzarse, como mímino, con la plata, falla en
246 kg pero consigue levantar, no sin apuros, 248 kg. En estos momentos
y tras levantar el ruso 247 kg, Steiner tiene momentáneamente la plata.
Por su parte, poco después el gran Evgeny Chigishev consigue subir su
tope personal a 250 kg. Yo creo que él se sabía ganador. Y no sólo yo.
Sólo hay que escuchar las dos últimas frases del comentarista del primer
vídeo que anexo más abajo: “...Chigishev Will be Olympic Champion,
there is no doubt about that now...”. El gesto del ruso al caer la
barra lo dice todo: "Scherbatihs no está pasando su mejor momento en el
dos tiempos, donde era capaz de levantar 260kg, Steiner ha fallado en
246 y las ha pasado canutas para 248, yo he levantado 250, me tienen que
sacar 8 kg... entrenador, creo que he ganado...". Ya os digo, es un
pensamiento mío, pero creo que en el fondo es lo que piensa. No sé qué
deporte practicáis vosotros o del cual sois aficionados, pero os aseguro
que hay deportes en los que se llega a un nivel, el cual mejorar un kg,
una centésima, un centímetro, cuesta años de esfuerzos, muchas veces
sin llegar a conseguirlo. Hoy, Scherbatihs y Steiner ya habían mejorado
su tope personal en la arrancada... ¿serían capaces de desbancar al
momentáneo poseedor del oro?
El ruso acaba su competición,
cuando el letón y el alemán piensan lo mismo, “ahora o nunca”, y se
hacen la misma pregunta: “¿cuánto hay que levantar para el oro, sea lo
que sea y cueste lo que nos cueste?” El letón carga en la barra 257kg, y
a juzgar por el intento, no estuvo excesivamente lejos y seguro que el
ruso titubeó ligeramente después de la cargada. Segundos después, se
carga un kg más en la barra, 258 kg y el alemán Steiner la mira
desafiante y lo intenta. Había levantado 248 kg esa tarde y su tope
personal eran 250 kg... ¿iba a mejorar 10 kg más de golpe en un día y
mejorar su marca personal en 8 kg? Ahí es donde su chica le dio, desde
allí arriba, ese empujoncito para levantar los 258 kg. Un poema se
podría escribir viendo la cara de Evgeny Chigishev, mientras bebía agua,
cuando Steiner hizo su intento válido y se colgó el oro.
PD:
Esta historia es la cara del deporte. 4 años después, Matthias tenía a
mucha gente pendiente de ver lo que era capaz de hacer Londres. Salió a
la tarima, y en un primer intento de arrancada se le cayó la barra
cargada con 192 kg encima de la cabeza. Tras ser atendido unos
instantes, se levantó y alzó el puño haciéndonos soñar a todos los
espectadores con otro posible intento y otra gran gesta, pero no fue
así. No pudo terminar la competición.
Cara y cruz, dos de las grandes esencias del deporte.
Hoy se cumplen
15 años del debut de Felipe Contepomi con el seleccionado argentino de rugby.
Una década y media vistiendo la camiseta con la que sueña cada argentino que
crece con un balón ovalado entre las manos. El romance de Felipe y Los Pumas comenzó el 10 de octubre de 1998, ante Chile, y llegó a su fin hace cinco días, el
pasado sábado 5 de octubre de 2013, ante Australia.
Cuando en 1998
se enfundó por primera vez la camiseta albiceleste, recién estrenaba la mayoría
de edad, entonces fijada en los 21 años. Argentina venía de fracasar
estrepitosamente en el Mundial de 1995 donde contó por derrotas todos sus
encuentros. En 1999, ya con Felipe en el plantel, los Pumas superaron la fase
de grupos por primera vez. Cuatro años después, nuevamente, no pudieran llegar
a las rondas eliminatorias. Pero a partir de aquí comenzaría la era dorada, con
el jugador de Newman como uno de sus grandes estandartes. En 2004 anotó 14
puntos frente a Francia en la histórica victoria argentina que le arrebataba al
seleccionado galo la condición de invicto en el Velódromo de Marsella. En 2006,
Los Pumas lograrían la primera victoria ante Inglaterra en Twickhenham,
nuevamente con Felipe como titular. Y la mayor gloria la alcanzaron en 2007,
donde lograron el tercer puesto en el Mundial tras vencer dos veces a la selección
anfitriona, Francia, una de las candidatas a alzarse con el título; a Irlanda,
en uno de los grandes duelos del rugby moderno, y a Escocia, a quien mandó a
casa en cuartos de final. Gran parte de culpa la tuvo un Felipe Contepomi que
había alcanzado la madurez deportiva y que estuvo nominado a jugador del año
por la IRB junto a Juan Martín Hernández, Yannick Jauzion, Richie McCaw y Bryan
Habana, premio que finalmente obtuvo este último.
Felipe
Contepomi formó parte también de esa generación de Pumas en la que no pudo
estar Agustín Pichot, que se hizo un lugar en el Rugby Championship (antiguo
Tres Naciones) a base de garra, corazón y mucho rugby, codeándose con las
únicas tres selecciones del mundo que saben lo que es reconquistar un Mundial.
Esa histórica generación que por primera vez logró arrebaterle un empate a
Sudáfrica cuando los Springboks contaban por victorias los 14 duelos anteriores
ante Argentina, pese a la ausencia de Felipe en la primera participación de Los
Pumas en el torneo. No podrá el ex Leinster formar parte del seleccionado que
obtenga la primera victoria en el Rugby Championship, que se resiste después de
12 partidos y pese a haberla acariciado en un puñado de ocasiones. Pero el
legado del ya ex Stade Français es enorme, que pone fin a una intachable
trayectoria con su selección en el que logró el récord de presencias (87 caps)
y de anotación (651 puntos), relegando a la segunda posición nada menos que a
Hugo Porta. 31 de esos 651 puntos los anotó en el histórico partido de 2010 en
el que Los Pumas lograron su mayor victoria ante Francia, que se presentaba en
el José Amalfitani como campeona del Seis Naciones. Argentina trituró al XV del
Gallo por 41-13, con 31 puntos del apertura y capitán de Argentina, que logró dos
tryies y 21 puntos con el pie.
El ya mítico
apertura de Los Pumas forma parte de la generación dorada del rugby argentino que
en los últimos tiempos supo hacerse un hueco entre los grandes del rugby
mundial. Los que se quedan y los que vendrán tienen la agradable presión de
tener que mantener a Argentina entre las potencias del mundo ovalado, tratando
de contribuir al crecimiento que los Pichot, Contepomi y compañía potenciaron. Felipe ya no está, pero el eco de su rugido seguirá sonando cada vez que en el vestuario de Los Pumas se respire el aire de un nuevo partido.
Los
grandes duelos deportivos son históricos muchas veces no por lo que
logra cada contendiente por su cuenta, sino por lo que logran ambos
juntos; o más bien, uno frente al otro. Rafa Nadal y Novak Djokovic se enfrentaron
el pasado lunes, 9 de septiembre, en la final del US Open 2013, siendo el 37º duelo entre
ambos. Así, se convirtió este en el partido más repetido de la Era Open,
desbancando los 36 enfrentamientos entre Lendl y McEnroe.
Además, Nadal y Djokovic son los únicos tenistas que se han enfrentado
en las cuatro finales de Grand Slam, algo que ni siquiera pudieron hacer
Federer y el propio Nadal, considerado por muchos la mejor rivalidad de
la historia del deporte (no se cruzaron jamás en la final del US Open).
Entre los 37 duelos, donde el español ha salido victorioso en 22
ocasiones, por 15 del serbio, destacan dos duelos sobre todos los demás:
la final del Abierto de Australia 2012, que se adjudicó Djokovic tras 5
horas y 53 minutos en la bochornosa noche de Melbourne, y la semifinal de Roland Garros 2013, que cayó del
lado del manacorí tras 4 horas y 37 minutos en lo que todos sabían que se trataba de una final anticipada. Ambas batallas tienen su
hueco en el selecto libro que recoge los grandes partidos de la historia
del tenis.
17 de los 37 duelos han tenido lugar en la ronda
que decide el campeón, donde por 9-8 saca una ventaja mínima el Rey de
la Arcilla. 12 de estas finales se han disputado en los últimos 14
encuentros. Concretamente desde 2011, donde la explosión de Djokovic
junto a la decadencia de Federer han potenciado esta rivalidad.
Nole y Rafa ostentan juntos
también el récord de ser el partido más veces disputado en los ATP World
Tour Masters 1000, con 20 enfrentamientos. De estos 20, diez fueron
finales, logrando también el récord de más finales de Masters 1000
(compartido con Nadal-Federer, aunque es cuestión de tiempo que lideren
en solitario).
Si bien en 2008, cuando el mayor de los dos tenía sólo 21 años, ya eran ambos consagrados campeones de Grand Slam, no es hasta 2011 cuando se acentúa esta rivalidad. Así,
Djokovic logró a desesperar a Nadal en 2011, donde le derrotó en los
seis partidos que disputaron (todos Finales), más una séptima victoria
consecutiva que tuvo lugar en la ya mencionada final de Australia 2012. Nadal, que cerró un histórico 2010 como número 1 del mundo tras ganar tres Grand Slam y otros tantos Masters 1000, entró en 2011 dispuesto a confirmar el inicio de su Era en solitario. Djokovic, con la ambición que le caracteriza, se preparó para asaltar por fin la cima de la ATP. Se impuso a Rafa en las finales de Indian Wells y Miami, algo que no tenía por qué sorprender a nadie. La sorpresa llegó en la tierra batida cuando Nole venció a Nadal en las finales de Madrid y Roma, tras haberse ausentado en Montecarlo por una lesión en la rodilla. Estaba todo preparado para que Djokovic le arrebatara el número 1 donde más podía dolerle a Nadal, en Roland Garros. Y es que al serbio le bastaba con llegar a la final para hacerlo. Pero una inesperada derrota en semifinales contra Federer retrasó unas semanas lo inevitable: el arribo a lo más alto de Djokovic. Este llegó matemáticamente tras la victoria de Nole ante Tsonga en semifinales de Wimbledon, y el de Belgrado lo celebró en la final del domingo, en la que se impuso a Nadal por quinta vez consecutiva, fijando además en cinco el récord de más victorias consecutivas ante un número 1 en una misma temporada. Récord que no amplió sólo porque le arrebató el cetro al tenista español. 2011 llegaría a su fin con 13.630 puntos en el haber de Djokovic por 9.595 en el de Nadal. Había comenzado la Era Djokovic. Otro 2012 soberbio de Novak lo encontró en lo más alto con 12.920 puntos, mientras que la lesión de Rafa en la segunda mitad de la temporada lo relegó al cuarto lugar (6.690).
Desde la histórica final de Australia 2012 se han visto las caras en siete partidos más, donde Nadal se ha impuesto (6-1),
recuperando la ventaja en un historial que Djokovic casi llegó a igualar
(16-14 tras Australia 2012). Tras el US Open 2013, donde logran el récord de ser el partido más veces jugado en la Era Open, Djokovic apenas aventaja a Nadal en 120 puntos, cuando el serbio sumaba 10.980 unidades. Un colosal Nadal ha puesto en jaque al número 1 como dos años antes hiciera Djokovic, demostrando los dos que son deportistas hechos de otra pasta. Pueden reírse de la pasta de campeón cuando están hechos de pasta de leyenda.
Dos colosos de la raqueta que de no haber compartido época podrían haber destrozado todos los récords, pero el mundo del tenis agradece su coincidencia en el tiempo. Es la rivalidad interminable. 37 partidos que han dado para mucho,
pero especialmente para hacer más grande el deporte que practican. E,
indudablemente, quedan todavía muchos capítulos por escribir. ¡Que siga
el tenis!
Djokovic y Nadal se saludan tras la final del US Open 2013
Hoy, comienza el MUNDIAL DE HOCKEY SOBRE PATINES en Angola. Después
de 40 ediciones llega por fin al continente africano. Ningún medio de
comunicación de los que presumen de vender entre 200.000 y 300.000 copias
diarias se hacen eco hoy en sus portadas del comienzo de la cita mundialista.En GANAR POR UNO, pese a que debemos darnos
por satisfechos sólo con que nuestras publicaciones lleguen a 1.000 personas y pese
a no obtener beneficios económicos por ello, consideramos una falta de respeto
al deporte nacional, principal fuente de alegrías en los últimos años, no
dedicarle unas líneas a un evento deportivo de tal magnitud. Sobre todo cuando
el hockey sobre patines es la selección más exitosa del deporte español en lo
que a deportes de equipo se refiere, pese a las dificultades económicas que afectan directamente a su Federación.
Desde hoy y hasta el próximo 28 de septiembre las dieciséis
mejores selecciones del mundo buscarán obtener el cetro mundial. La selección
española, campeona de las últimas cuatro ediciones, busca ser el primer
combinado nacional en conseguir lo que Portugal se quedó a las puertas en dos
ocasiones: ganar cinco Mundiales consecutivos. España y Portugal son los claros
dominadores de la disciplina con 15 Mundiales cada uno, seguidos por Italia y
Argentina (4). Además, España es la única selección que en las 40 ediciones ha
alcanzado las semifinales, algo que Portugal no logró en tan solo una ocasión, tras
caer con Suiza en cuartos de final en la edición de 2007.
Contra Suiza precisamente debutará España el próximo domingo
(20:30h). La selección española no pierde un partido en la cita mundialista
desde el 3 de septiembre de 2003. Desde aquel día acumula 25 victorias
consecutivas que han servido para ganar los últimos cuatro Mundiales.
Llegar al Mundial no ha sido ningún camino de rosas para la
selección española pese a haber ganado los últimos nueve grandes títulos de
forma consecutiva (cinco Europeos y cuatro Mundiales). La Federación Española
de Patinaje recibe una subvención anual de 523.000 €, cuando hace cinco años era
de 1,1 millones de €. Es decir, se ha reducido en más de un 50% desde entonces.
Como consecuencia de ello, la participación de España en el Mundial llegó a
peligrar. Afortunadamente, el combinado nacional llegó ayer a Angola en un
vuelo chárter compartido con las demás selecciones europeas. Pedro Gil, Jordi Bargalló y los demás guerreros están listos para
competir. No se lo pierdan.
Después del parón veraniego en el que igualmente hemos estado activos en la página de Facebook, aportando datos y curiosidades sobre el mundo del deporte, regresamos al blog con la particular anécdota desde los once metros que quiso dejarnos el mágico Johan Cruyff antes de retirarse.
Era 5 de diciembre de 1982. El mismo día que venía al mundo Eddy Curry, campeón de la NBA en 2012, un veterano Johan Cruyff que ya contaba 35 primaveras en su haber iba a dejarnos una de sus últimas genialidades.
El tres veces Balón de Oro disputaba su segunda etapa en el Ajax de Amsterdam. El equipo Amsterdamsche se medía al modesto Helmond Sport en la jornada 16. Era el primero de los cuatro enfrentamientos que la historia, hasta hoy, iba a deparar entre ambos conjuntos. El equipo del mítico '14' holandés salió victorioso en todos los enfrentamientos, siendo el primero el más recordado. El motivo, obviamente, no es otro que la innovación que de la mano de Cruyff, con la colaboración del danés Jesper Olsen, se introdujo ese día en los lanzamientos de penalti.
Con el partido ya resuelto, Cruyff decidió dar un pase en un penalti en vez de pegarle a portería directamente; una jugada cargada de picardía. Es común pensar que en los lanzamientos de penalti es obligatorio un disparo directo hacia la portería, pero esto sólo ocurre en las tandas de penalti. La única particularidad que distingue a los lanzamientos desde los once metros del resto de tiros libres (además de que el resto de jugadores deben estar por detrás del balón, fuera del área, a 9,15 metoros) es que el balón ha de ser desplazado hacia delante. Y esto es lo que hizo Cruyff.
El veterano crack holandés, que portaba entonces el '9' a la espalda, se acercó a la pelota, la colocó inteligentemente para no mostrar el pase al reducir la velocidad, tocó suavemente la pelota hacia la izquierda y apareció el extremo danés para fijar al portero y devolverle el esférico a Cruyff, quien ante la atónita mirada de los defensas empujó el balón a la red a puerta vacía. Magistral.
Publica hoy el diario EL PAÍS de España un artículo titulado «Argentina reparte tres títulos de Liga». A veces es difícil informar sobre el fútbol local de otro país. No se le puede exigir a ningún medio que informe sobre el deporte local que no trasciende de las fronteras de un país ajeno al del propio medio de información, pero tampoco se puede consentir que la voluntad de información acabe convirtiéndose en desinformación para el lector.
«En una decisión que resulta insólita, la Asociación del Fútbol Argentino
(AFA) decidió esta semana entregar tres títulos de Liga. Uno es al
Vélez Sarsfield, que obtuvo el título por ganar un solo partido, el de
la llamada superfinal entre el campeón del torneo Inicial 2012,
que era el propio equipo de Buenos Aires, y el del certamen Final 2013,
el Newell’s Old Boys, de Rosario.»
La AFA publicó el pasado 24 de octubre de 2012 su boletín nº 4703, y en el primer párrafo de la página despeja cualquier duda que hubiera podido generar el boletín nº 4663. Por tanto, el propio 24 de octubre ya quedó aclarado que en la temporada habría un campeón del Torneo Inicial 2012, un campeón del Torneo Final 2013, y un tercer campeón de la Superfinal disputada entre ambos campeones. Esta Superfinal es similar a la Supercopa de España, no a un título de Liga como apuntan desde EL PAÍS. Más grave aún es cuando desde el medio español dicen que esta semana se decidió entregar desde la AFA un título de Liga a Vélez Sarsfield. No se decidió entregar un título de Liga esta semana sino que Vélez ganó la Final Campeonato de Primera División 2012/2013 que se había aprobado el 3 de julio de 2012, la denominada "Superfinal".
«La decisión de consagrar al Vélez llevó a que el River y el San Lorenzo
también reclamaran por títulos supuestamente obtenidos en 1936 en una
temporada de similares características a la última. En aquel año se
jugaron dos copas, la de Oro, que ganó el millonario, y la de Honor, que obtuvo el cuervo.
Los dos iban a ser campeones de liga, pero en plena temporada se
decidió que ambos definieran el título en una final, la de la llamada
Copa Campeonato, que acabó ganando el River. Ahora, como al Vélez le
dieron una liga por ganar la final y otra por el Torneo Inicial, el
River exigió la suya por la Copa de Oro y el San Lorenzo, por la de
Honor, y así es que han dado la vuelta olímpica 77 años después.»
Distinto es el caso de River Plate y San Lorenzo, aunque desde EL PAÍS sostengan, como consecuencia del desconocimiento, que a Vélez se le otorgó el título esta semana en los despachos de la AFA. Percepción equivocada la del prestigioso medio de prensa español, como se demuestra en el párrafo anterior. Por otra parte, en los casos de River Plate y San Lorenzo, sí que esta semana se decidió en la AFA concederles a cada uno un título por aquellos logros de 1936.
Además, en EL PAÍS dicen que "se jugaron dos copas, la de Oro y la de Honor". No es así sino que se jugaron la "Copa de Honor" y la "Copa Campeonato". La "Copa de Oro" fue aquella final entre los campeones de la "Copa de Honor" y la "Copa Campeonato". Sin embargo, desde el diario español afirman que "se
decidió que ambos definieran el título en una final, la de la llamada
Copa Campeonato". Falta de información, sin duda.
No es la intención de este artículo poner en duda los logros obtenidos por San Lorenzo o River Plate, ni si acierta o se equivoca la AFA concediendo un título por la Copa de Honor y la Copa Campeonato. Sí que es, por otra parte, intención de este artículo manifestar el rechazo a los artículos de prensa que aportan desinformación en lugar de información al lector.
En mayo, unos días antes de abrir este blog, diversos medios de prensa de todo el mundo hablaron del Scudetto obtenido por la Juventus como el número 31. Esto se debía a las distintas pancartas que mostraban los aficionados de la Vecchia Signora o los propios jugadores, en las que se veía el símbolo del Scudetto con el número 31 en su interior. Sin embargo, así como la AFA otorgó un título a River Plate y San Lorenzo esta semana, la FIGC le quitó dos títulos a la Juventus (2005 y 2006) además de descender al club de Turín a la Serie B, por el escándalo del Calciopoli. Por tanto, en realidad era el número 29 y la prensa internacional confundió a muchos lectores que no tienen obligación de conocer la historia del fútbol.
Inventaron «fútbol total» de la mano de Rinus Michels, pero a los Países Bajos el éxito le ha sido esquivo a lo largo de toda su historia. La selección holandesa fue una de las potencias mundiales durante la época amateur, a principio de siglo. Aquellos tiempos donde el oro olímpico era lo máximo a lo que aspiraba una selección nacional. Pero la oposición a la profesionalización del fútbol por parte de la KNVB convirtió a Holanda en una selección mediocre desde que comenzó la etapa mundialista hasta los años '70. Vagó por la intrascendencia después de participar sin éxito en los dos Mundiales de los años '30 que tuvieron lugar en Europa y no disputó ninguno de los seis siguientes.
No fue hasta Alemania '74 cuando la selección tulipán volvió a la gran cita del fútbol. Y por fin pudo ganar su primer partido en un Mundial, 40 años después del primer intento. Desde ese día, Holanda pasaría a ser otra Holanda. Sería La Naranja Mecánica. Tras lograr su primera victoria en una cita mundialista, los hombres de Rinus Michels fueron lanzados hasta la final. Injustamente se le achaca cobardía a Holanda de cara a lograr un título. En mi opinión hay otros factores que han influido en esta ausencia de títulos para los Países Bajos. Nunca ha tenido suerte Holanda con los rivales que ha tenido que enfrentar en las finales. Es difícil encontrar un rival asequible en la final de un Mundial, pero Holanda dos veces (1974 y 1978) se ha medido al anfitrión del torneo (sólo Brasil lo ha hecho también en dos ocasiones -Suecia 1958 y Francia 1998-). Además, en ese segundo Mundial tuvo que lidiar con la ausencia de Johan Cruyff. El que fuera mejor jugador del mundo renunció a participar en Argentina '78. No es fácil imaginar a la Albiceleste ganando el Mundial en 1986 sin Maradona, a Francia sin Zidane en 1998 o a Brasil sin Ronaldo en 2002. Además, siempre que un régimen totalitario ha organizado el Mundial, el país anfitrión ha resultado campeón. Ocurrió durante el mandato de Mussolini en Italia (1934) y durante el de Videla en Argentina, en aquella segunda final que perdió Holanda. A la tercera final del Mundial La Naranja Mecánica llegó con una increíble racha de 25 partidos invicto y un pleno de victorias (8/8 en la fase de clasificación y 6/6 en la fase final). Pero en la final se enfrentó a España, que con una de las mejores selecciones de la historia venció a Holanda. No obstante, los hombres de Del Bosque debieron sufrir muchísimo, a diferencia de las otras dos finales que han ganado durante su época dorada (Eurocopa 2008 y Eurocopa 2012).
Tras una maravillosa década de los '70 con dos finales mundialistas y una semifinal de Eurocopa entre ambas, los '80 apuntaban a convertirse en un auténtico fracaso. No se clasificó al Mundial en 1982 y 1986, ni a la Eurocopa en 1984. Así que hasta 1988 no regresaría a una gran cita. La Eurocopa de Alemania Federal era la última oportunidad de la década. La aprovecharían a lo grande con una Holanda llena de bigotes. Los que lucían Rikjaard, Gullit, van Tiggelen, van Aerle o Jan Wouters. No tenía bigote Marco van Basten, pero tampoco lo necesitaba para liderar al título a la selección que dirigía nuevamente Rinus Michels. El delantero del Milan anotó en la final un gol de volea que permanece imborrable en la memoria de cualquier aficionado al fútbol. Para llegar a la final, Países Bajos accedió como segunda de grupo tras caer en su debut ante la Unión Soviética, y vencer posteriormente a Inglaterra, con hat-trick de Van Basten, e Irlanda. La semifinal encontró a un conjunto tulipán sediento de venganza, especialmente a su entrenador, el único que había sentido en carne propia la derrota en la final del Mundial 1974. La selección holandesa pudo remontar ante Alemania el gol de penalti de Lothar Matthäus. Igualó Koeman desde los once metros y van Basten, quién si no, inclinó la balanza cuando parecía que se cumplía el tiempo reglamentario sin deshacerse la igualdad. Así, de la mano del jovencísimo Koeman y los jugadores del Milan, Rikjaard, Gullit y Van Basten, Holanda llegaba a la tercera gran final de su historia; la primera a nivel continental. Enfrente el único equipo que le había podido ganar en esta Eurocopa, la URSS. Pero la historia fue bien distinta a aquel primer partido. Los goles rossoneros de Gullit y Van Basten, con la ya mencionada mítica volea, daban a Holanda el primer gran título de su historia. El único hasta ahora, cuando se cumplen 25 años del gol del ídolo de Ajax y AC Milan. Cómo es el fútbol. El único título para La Naranja Mecánica llegó en la década con menor participación internacional de las últimas cinco y tras ausentarse de tres grandes citas consecutivas, algo que no ha vuelto a ocurrir. Daría para un largo debate cuál es la mejor Holanda de la historia. La selección del '88 parte con la ventaja de ser la única que ha alcanzado la gloria.
Hoy se cumplen
cinco años del 22 de junio de 2008. Una de las fechas más importantes en la
historia de la selección española de fútbol. No se ganó un título, ni siquiera se
clasificó a una final. Pero por primera vez en 24 años, después de seis
Mundiales y cinco Eurocopas (aunque con una ausencia en 1992), España superaba
la barrera de cuartos de final. Por fin, la tanda de penaltis se aliaba con La
Roja, y el equipo de Luis Aragonés se metía en semifinales. Hay quien dice
que las tandas de penaltis son cuestión de suerte. Yo creo que no. La suerte
juega su papel pero no es determinante.
Las tandas de penaltis son un invento
español que nació en 1958, en el Trofeo Ramón de Carranza, aunque no fue
necesario ponerlas en práctica hasta cuatro años después. Sin embargo, en los
primeros 50 años de historia de este particular método de desempate, fueron una pesadilla
para España, con una única excepción.
La selección española se
estrenó en una tanda de penaltis en las semifinales de la Eurocopa de 1984. Aunque
Arconada no fue capaz de detener ningún lanzamiento a los daneses, no fue
necesario para que los hombres de Miguel Muñoz avanzaran a la final. Elkjær no
acertó a portería y los cinco lanzadores españoles convirtieron sus disparos.
Fue la primera competición en la que una tanda de penaltis decidió el futuro de
España en la competición. Después, en la final, La Roja caería ante Francia.
Pero esta vez, al menos, la suerte había sonreído en la tanda de penaltis.
Dos años
después España volvió a decidir su continuidad en el Mundial de 1986 desde los
once metros. Ese día, ante Bélgica, comenzarían tres maldiciones: no
pasar de cuartos de final, caer eliminado en cada competición en la que
disputara una tanda de penaltis y la del 22 de junio. Esta última vendría ligada a la maldición de la tanda de penaltis ya que desde ese 22 de junio de 1986, siempre que España ha jugado un partido el 22 de junio ha llegado hasta la tanda de penaltis. Cuatro partidos desde entonces en una racha que 27 años después todavía continúa vigente. Zubizarreta,
igual que Arconada dos años antes, no fue capaz de detener ningún lanzamiento.
Pero los belgas no fallaron ninguno y el combinado español quedó eliminado.
Diez años
exactos pasarían hasta que España volviera a depender de una tanda de penaltis.
Otra vez 22 de junio y otra vez cuartos de final, en la Eurocopa de 1996.
Enfrente Inglaterra, anfitriona del torneo. Una selección cuya continuidad en
una competición a día de hoy ha dependido de los penaltis en seis eventos y
siempre ha sido eliminada. Sin embargo, ante La Roja, lograría ganar la única
tanda de su historia (pese a ello ha sido eliminada siempre porque en
semifinales volvió a decidir su partido ante Alemania en los penaltis y cayó
derrotada). Zubizarreta, esta vez tampoco pudo detener ningún lanzamiento, y el
bagaje de lanzamientos en contra ascendía a 14 disparos con 13 goles, 0 parados
y 1 fuera.
En el Mundial
de 2002 España volvería a resolver sus eliminatorias desde los once metros. Serían
la cuarta y la quinta tanda, ya que lo haría por partida doble en octavos de
final y cuartos de final. En octavos de final amagó con cambiar la historia.
Casillas detuvo dos lanzamientos a Irlanda y un tercero iría fuera, con lo que la selección española se clasificaría a cuartos de final. Pero tal vez sólo porque no era 22 de junio. En la siguiente ronda, tras un polémico arbitraje de Gamal
Al-Ghandour, la selección de Camacho definiría su destino ante la anfitriona,
Corea del Sur, en la tanda de penaltis. Otra vez cuartos de final, otra vez 22
de junio. Casillas no pudo parar ninguno, pudiendo haber hecho algo más en el
primer lanzamiento, y Joaquín falló el suyo. La historia se volvía a repetir.
Por tercer campeonato consecutivo, los penaltis dejaban fuera a España.
Y con este
historial desalentador se llegó a la Eurocopa de 2008, donde tras una primera
fase brillante, España se cruzaba en cuartos de final contra la vigente
campeona del mundo, Italia. La Roja no vencía la Azzurra en partido oficial
desde 1920, en un encuentro donde España acabó con dos expulsados. Entre ellos el
mítico Zamora, por lo que un extremo, Silverio, debió ocupar la portería. 88
años después se acumulaban los fantasmas. España ante la maldición de cuartos
de final y la de no poder eliminar a Italia. Además, 22 de junio. El 0-0 del
tiempo reglamentario y la prórroga mandaba la eliminatoria a la tanda de penaltis.
Estaban juntos los cuatro fantasmas de la selección española, era el momento ideal para acabar
con todos. Italia venía de ganar las dos últimas tandas de penaltis que había
disputado: en la final del Mundial 2006 y en la semifinal de la Eurocopa 2000.
Frente a frente, Buffon y Casillas, los dos mejores porteros del mundo. Buffon
sólo pudo detener el mal ejecutado lanzamiento de Güiza. Casillas, por su
parte, ataviado de negro en homenaje al histórico Lev Yashin, sacó dos manos
exquisitas para detener los lanzamientos de De Rossi y Di Natale.España había superado los cuartos de final
eliminando a Italia un 22 de junio y mediante una tanda de penaltis. Como si
fuera un guiño del destino.
Otra ha sido
la historia desde entonces. La selección española volvió a disputar una tanda de penaltis en
la Eurocopa 2012. Fue en semifinales. Claro, ahora que los fantasmas de cuartos
de final eran historia. Con Sergio Ramos dejando su sello para la posteridad,
España eliminó a Portugal. Por primera vez La Roja ganaba dos tandas de penaltis
consecutivas. Sirvió también para, unos días después, ser la primera selección
en ganar dos Eurocopas consecutivas. Entre las dos tandas de penaltis ante
Italia y Portugal, España ganó un Mundial, algo impensable unos años atrás.
Pero es que la historia había cambiado ese 22 de junio de 2008.