Hoy se cumplen
cinco años del 22 de junio de 2008. Una de las fechas más importantes en la
historia de la selección española de fútbol. No se ganó un título, ni siquiera se
clasificó a una final. Pero por primera vez en 24 años, después de seis
Mundiales y cinco Eurocopas (aunque con una ausencia en 1992), España superaba
la barrera de cuartos de final. Por fin, la tanda de penaltis se aliaba con La
Roja, y el equipo de Luis Aragonés se metía en semifinales. Hay quien dice
que las tandas de penaltis son cuestión de suerte. Yo creo que no. La suerte
juega su papel pero no es determinante.
Las tandas de penaltis son un invento
español que nació en 1958, en el Trofeo Ramón de Carranza, aunque no fue
necesario ponerlas en práctica hasta cuatro años después. Sin embargo, en los
primeros 50 años de historia de este particular método de desempate, fueron una pesadilla
para España, con una única excepción.
La selección española se
estrenó en una tanda de penaltis en las semifinales de la Eurocopa de 1984. Aunque
Arconada no fue capaz de detener ningún lanzamiento a los daneses, no fue
necesario para que los hombres de Miguel Muñoz avanzaran a la final. Elkjær no
acertó a portería y los cinco lanzadores españoles convirtieron sus disparos.
Fue la primera competición en la que una tanda de penaltis decidió el futuro de
España en la competición. Después, en la final, La Roja caería ante Francia.
Pero esta vez, al menos, la suerte había sonreído en la tanda de penaltis.
Dos años
después España volvió a decidir su continuidad en el Mundial de 1986 desde los
once metros. Ese día, ante Bélgica, comenzarían tres maldiciones: no
pasar de cuartos de final, caer eliminado en cada competición en la que
disputara una tanda de penaltis y la del 22 de junio. Esta última vendría ligada a la maldición de la tanda de penaltis ya que desde ese 22 de junio de 1986, siempre que España ha jugado un partido el 22 de junio ha llegado hasta la tanda de penaltis. Cuatro partidos desde entonces en una racha que 27 años después todavía continúa vigente. Zubizarreta,
igual que Arconada dos años antes, no fue capaz de detener ningún lanzamiento.
Pero los belgas no fallaron ninguno y el combinado español quedó eliminado.
Diez años
exactos pasarían hasta que España volviera a depender de una tanda de penaltis.
Otra vez 22 de junio y otra vez cuartos de final, en la Eurocopa de 1996.
Enfrente Inglaterra, anfitriona del torneo. Una selección cuya continuidad en
una competición a día de hoy ha dependido de los penaltis en seis eventos y
siempre ha sido eliminada. Sin embargo, ante La Roja, lograría ganar la única
tanda de su historia (pese a ello ha sido eliminada siempre porque en
semifinales volvió a decidir su partido ante Alemania en los penaltis y cayó
derrotada). Zubizarreta, esta vez tampoco pudo detener ningún lanzamiento, y el
bagaje de lanzamientos en contra ascendía a 14 disparos con 13 goles, 0 parados
y 1 fuera.
En el Mundial
de 2002 España volvería a resolver sus eliminatorias desde los once metros. Serían
la cuarta y la quinta tanda, ya que lo haría por partida doble en octavos de
final y cuartos de final. En octavos de final amagó con cambiar la historia.
Casillas detuvo dos lanzamientos a Irlanda y un tercero iría fuera, con lo que la selección española se clasificaría a cuartos de final. Pero tal vez sólo porque no era 22 de junio. En la siguiente ronda, tras un polémico arbitraje de Gamal
Al-Ghandour, la selección de Camacho definiría su destino ante la anfitriona,
Corea del Sur, en la tanda de penaltis. Otra vez cuartos de final, otra vez 22
de junio. Casillas no pudo parar ninguno, pudiendo haber hecho algo más en el
primer lanzamiento, y Joaquín falló el suyo. La historia se volvía a repetir.
Por tercer campeonato consecutivo, los penaltis dejaban fuera a España.
Y con este
historial desalentador se llegó a la Eurocopa de 2008, donde tras una primera
fase brillante, España se cruzaba en cuartos de final contra la vigente
campeona del mundo, Italia. La Roja no vencía la Azzurra en partido oficial
desde 1920, en un encuentro donde España acabó con dos expulsados. Entre ellos el
mítico Zamora, por lo que un extremo, Silverio, debió ocupar la portería. 88
años después se acumulaban los fantasmas. España ante la maldición de cuartos
de final y la de no poder eliminar a Italia. Además, 22 de junio. El 0-0 del
tiempo reglamentario y la prórroga mandaba la eliminatoria a la tanda de penaltis.
Estaban juntos los cuatro fantasmas de la selección española, era el momento ideal para acabar
con todos. Italia venía de ganar las dos últimas tandas de penaltis que había
disputado: en la final del Mundial 2006 y en la semifinal de la Eurocopa 2000.
Frente a frente, Buffon y Casillas, los dos mejores porteros del mundo. Buffon
sólo pudo detener el mal ejecutado lanzamiento de Güiza. Casillas, por su
parte, ataviado de negro en homenaje al histórico Lev Yashin, sacó dos manos
exquisitas para detener los lanzamientos de De Rossi y Di Natale. España había superado los cuartos de final
eliminando a Italia un 22 de junio y mediante una tanda de penaltis. Como si
fuera un guiño del destino.
Otra ha sido
la historia desde entonces. La selección española volvió a disputar una tanda de penaltis en
la Eurocopa 2012. Fue en semifinales. Claro, ahora que los fantasmas de cuartos
de final eran historia. Con Sergio Ramos dejando su sello para la posteridad,
España eliminó a Portugal. Por primera vez La Roja ganaba dos tandas de penaltis
consecutivas. Sirvió también para, unos días después, ser la primera selección
en ganar dos Eurocopas consecutivas. Entre las dos tandas de penaltis ante
Italia y Portugal, España ganó un Mundial, algo impensable unos años atrás.
Pero es que la historia había cambiado ese 22 de junio de 2008.
Muy grande Germán, interesante historia.
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